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martes, 15 de mayo de 2012

A HACERNOS CARGO


No fueron pocos los escándalos de diversa índole ante los que optamos por tender un manto de silencio, al entender que el Club no estaba en condiciones de ser noticia por ellos. Pero cuando es la propia continuidad institucional la que está en juego, creemos que "hacerse los boludos" no es una opción.


A lo largo de nuestra actuación política en San Lorenzo, muchas veces distintos actores de la vida institucional del Club nos transmitieron su molestia por nuestras críticas a las prácticas y valores con que se viene gestionando a San Lorenzo durante los últimos 15 años. "Mala onda", "tiramierdas" y "amargos", fueron algunos de los calificativos que nos obsequiaron.

Ahora, cuando las defraudaciones, miserias e ineptitudes permanentes, que siempre denunciamos (y asumimos los costos de hacerlo, en persona), nos han llevado al presente que hoy padecemos, surge una nueva propuesta: hay que "hacerse el boludo", al menos hasta que la pelotita decida si San Lorenzo desciende o no, evitando criticar o denunciar cualquier cuestión del funcionamiento del Club ajena a lo que pase adentro del campo de juego.

Lo novedoso de la propuesta es su sinceridad. Hay muchos actores de San Lorenzo (dirigentes, periodistas partidarios, socios en general) que la vienen aplicando hace mucho tiempo, aunque nunca se la había expresado tan claramente, con tanta conciencia.

Hay varias cuestiones que vamos a tocar en nuestra respuesta a esta solicitud, aunque no haya sido formulada específicamente hacia DBV, que pretenderá explicar por qué no podemos hacernos los boludos.

En primer lugar, 2.090 socios nos eligieron -eligieron a Más San Lorenzo (+SL), agrupación de la que formamos parte- para ocupar un lugar dentro de la institucionalidad del Club: el de oposición (rol que, claro está, no debe equipararse con el de oposición al Club, como quieren confundir algunos). Nuestra responsabilidad ante ellos nos impide hacernos los boludos.

En segundo lugar, e independientemente de que se nos va la vida y la salud física y psíquica en cada derrota y ante la mera posibilidad de descender, San Lorenzo, ya sea en la A o en el Nacional B, seguirá existiendo como Club y teniendo los problemas que todos conocemos. Problemas que no sólo se agravarían con un eventual descenso, sino también -y sobre todo- con maniobras ruinosas para nuestro patrimonio como las que se están gestando. Para San Lorenzo "zafar de todo" no significa solamente no descender ni jugar la promoción: significa también zafar de la quiebra y el gerenciamiento. Por esto no podemos hacernos los boludos. Incluso zafando del descenso, es casi un hecho que el año que viene nuestros problemas con el promedio seguirán... ¿nos seguimos haciendo los boludos un año más? ¿Quedará algo de San Lorenzo después?

En tercera instancia, una cuestión psicológica: cada cual enfrenta su angustia por el presente del CASLA como puede, lo entendemos. Ahora bien, es evidente que si hay que hacerse el boludo es porque uno sabe que algo está tan mal que le resulta imposible enfrentarlo. Es decir, la negación de algo encierra al mismo tiempo su afirmación. Nuestra elección es otra: preferimos enfrentar lo que venga haciéndonos cargo de que los problemas no se resolverán mágicamente, que ningún magnate salvador nos librará de ellos.

Sabemos que buena parte del problema del CASLA es que muchos hinchas y socios no sienten al Club como propio, como algo que construimos entre todos los cuervos, afrontando que lo que no hagamos nosotros por él no lo hará nadie. Entonces, prefieren convencerse de que la única opción es esperar a un mesías empresario (como Abdo) que ponga su dinero para sostener al Club. Nosotros sabemos (y la realidad lo demuestra) que no existe billetera personal que pueda compensar administraciones desastrosas como las que vienen destruyendo a San Lorenzo.

Nobleza obliga: en defensa de esos socios debemos decir que algunos periodistas (tanto de los medios nacionales como partidarios) no los ayudan a desarrollar otro pensamiento. Por ejemplo, cuando en campaña electoral remarcan hasta el cansancio que "el candidato que gane debe venir con una enorme billetera". En 2010 lo escuchamos infinidad de veces. La realidad está a la vista.

La sugerencia de "hacerse el boludo" tiene su corolario cuando se igualan las responsabilidades del oficialismo y las oposiciones. Esto también es parte del no hacerse cargo: criticar a todo el arco político por igual, ignorando -por caso- las diferentes posibilidades de acción de cada sector, es una forma de diluir la responsabilidad de quienes detentan el poder real en el Club. Al duro presente que vivimos, ellos nos han llevado solitos. Lamentablemente nuestras críticas no alcanzaron para detenerlos, así como nuestras propuestas tampoco sirvieron para que cambien el rumbo. Pero esto lo sabíamos de antemano, forma parte de la dinámica de poder del CASLA, y no variará -lamentablemente- hasta que no se cambie el Estatuto Social del Club (otra de nuestras iniciativas desoídas, que esperamos alguna vez materializar).

El momento que vive nuestro San Lorenzo genera angustia en todos los cuervos y es entendible que cada uno lo enfrente como puede o quiere. Ojalá que junio nos encuentre en Primera División y sin quiebra ni gerenciamiento. Pero eso sí: si San Lorenzo no zafa de alguno de esos peligros que lo acechan, esperamos que al menos los que hayan elegido la comodidad de la boludez (simulada) no busquen nuevo refugio en la hipocresía, y se abstengan de salir con el dedo acusador o, mejor aún, que giren la mano 180 grados y lo dirijan a quien verdaderamente corresponde.

Fuente: De Boedo Vengo

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