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jueves, 26 de abril de 2012

A LA BUENA DE DIOS

Los daños causados por el temporal vuelven a poner en agenda una temática que sólo se aborda en campaña electoral y luego se deja de lado: el mejoramiento de nuestra siempre relegada Ciudad Deportiva.



Las presentaciones de las agrupaciones políticas, mostrando lindos bocetos y a veces buenos argumentos, acerca de cómo mejorar las 26 hectáreas de Ciudad Deportiva constituyen un verdadero clásico de las campañas electorales en San Lorenzo, al menos durante los últimos 40 años. También es habitual, una vez consumados los sufragios y con la gestión de turno en marcha, que los "heridos políticos" -casualmente, siempre del mismo palo ideológico-, actúen con despecho, recorriendo los medios partidarios para quejarse del calamitoso estado de las instalaciones. 

Sede de promesas de todo tipo, la Ciudad Deportiva estuvo siempre a la buena de Dios. Varias veces publicamos acerca de aquellos que la diseñaron, y las razones por las que administraron sus espacios tal como los vemos actualmente. Recurrente tema de opinólogos de muchas y largas charlas de café que nunca se plasman en hechos concretos (los mismos opinólogos que, tras el reciente temporal, brillaron por su ausencia a la hora de poner el hombro), la optimización de su inmensa superficie representa una deuda histórica que alguna vez debemos saldar.


Hay puntos de acuerdo unánime que no pueden quedar en la nada. Una obra urgente, tal como lo señalaron las seis agrupaciones que se presentaron a elecciones en diciembre de 2010, estribaba enseparar la Ciudad Deportiva de la zona de Estadio, trabajo iniciado por el Sr. Constantino que ya vimos en qué terminó, repitiendo históricos errores de (falta de) programación.

Asimismo, nunca entendimos por qué las 26 hectáreas se encuentran tácitamente divididas en base a "gestos dirigenciales", por así decirlo, con zonas como la de la pileta y el sector de tenis, que siempre fueron más cuidadas que el área que va desde la entrada de Perito Moreno (la confitería) hasta el acceso al estacionamiento del estadio.

Después del temporal, hemos trabajado con mucha gente amiga desde siempre en la zona de los Quinchos y el estacionamiento de la Av. Varela, y en la cancha grande de césped sintético (mas allá de que la Intendencia no nos haya entregado ni una escoba), dejando la zona en mejores condiciones que las registradas desde hace muchos años. No obstante, observamos que en el perímetro de Perito Moreno no ha habido recolección de basura ni de los desechos tras el temporal. En toda la Ciudad Deportiva no se sacó ni una hoja desde que hicimos el citado trabajo. Y, para colmo, el área ha seguido soportando la descarga de volquetes. En otras palabras, más de lo mismo... pero peor. 

En definitiva, la Ciudad Deportiva es un caso emblemático de la falta de políticas de Estado a largo plazo, con tiempos y pautas de trabajo a futuro, que padece San Lorenzo. Cada gestión obra sobre el predio respondiendo a estímulos o pareceres del momento, sin tener un proyecto armado. El tinglado preelectoral de la cancha de hockey sobre patines y la construcción de una piscina rajada son claras pruebas de ello. Y no nos interesa criticar esas obras (que terminaron previsiblemente mal), sino poner el foco sobre una necesidad indeclinable: la de delinear y adoptar, de una buena vez, un proyecto para el predio, un conjunto de ejes programáticos que se implemente en beneficio de los socios, más allá de quiénes tengan las riendas del Club.



Fuente: De Boedo Vengo.







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