Debido a las protestas desatadas por el inédito error reglamentario de Abal ante Colón -y violentamente reprimidas por la policía-, frente a Vélez sólo podrán asistir personas acreditadas. Pero eso no es todo, ya que la medida también establece que si se produjeran nuevos desórdenes, la sanción se hará extensiva al siguiente encuentro del Ciclón como local (vs. Godoy Cruz).
En definitiva, San Lorenzo no sólo se está viendo reiteradamente perjudicado dentro de la cancha, sino que también pierde feo en los escritorios. Una realidad, propia de un Club sin timón ni timonel, a la que lamentablemente nos hemos habituados desde hace, por lo menos, 40 años.
Fuente: De Boedo Vengo
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